Las hormigas pueden llegar a convertirse en una plaga dentro de nuestros hogares, que aunque no nos perjudican a lo que a salud se refiere, si que resultan bastante molestas. La tarea más complicada en encontrar el nido o nidos de donde salen, para así poder terminar con ellas.
Dentro de nuestro entorno
En los entornos urbanos proliferan diferentes especies: las hormigas aladas que nos visitan en verano y se cuelan por cualquier parte, las hormigas negras que son las típicas que nos encontramos en el jardín o en lugares donde hay césped y la hormiga faraón. Todas estas son omnívoras, o sea, que les gustan tanto las plantas como los animales, aunque al parecer tienen preferencia por sustancias dulces y grasas.
Con todo esto nos queremos referir a que las hormigas suponen un especial problema en lugares donde se manipulan alimentos, se almacenan o se ingieren. Es fundamental cuidar la higiene lo máximo posible en estos entornos para que no puedan tener acceso a los alimentos.
¿Qué hacer?
Dependiendo de la gravedad del problema, será necesaria la contratación de un control de plagas o si la plaga no es muy grande, tener en cuenta una serie de útiles consejos.
Lo primero de todo es intentar localizar las grietas por las cuales acceden a nuestro entorno. Para ello, una buena trampa es infalible. Hay ciertos olores que llaman más su atención que otros, por ejemplo, el olor a marisco les encanta y allí dónde haya caído una cabeza de gamba, habrá cientos de ellas. Si usamos este truco, podremos observar de donde proceden y tapar el nido. Una buena forma de sellar estas grietas es con un trocito de jabón de manos que al secarse forman un duro tapón.
El problema es, que muchas veces, encuentran rutas alternativas para salir, con lo cual nos hemos desecho de ellas, por ejemplo en el baño, pero ahora aparecen en la cocina. Hay que seguir taponando hasta que no detectemos más focos. Por otro lado, el uso de productos repelentes también es de gran ayuda; hoy día ya podemos encontrar productos que no estén compuestos de sustancias tóxicas y que son completamente naturales.
Remedios caseros contra las hormigas
Existe una gran cantidad de remedios caseros que ayudarán, al menos, a ahuyentarlas. La hierba de San Marcos o la hierbabuena son algunas de ellas. Se pueden colocar de forma estratégica en los lugares donde las hormigas tienen el nido o en las zonas por donde transitan. Otro remedio muy utilizado es mezclar vinagre con agua y fregar el suelo o espolvorear pimienta roja, uno muy útil que las elimina y además previene su aparición.
¿Cuándo llamar a un especialista?
Si sospechamos que estos insectos se encuentran dentro de nuestras paredes o entre las capas de pintura de estas, lo mejor es llamar a un especialista para que realice una fumigación con los productos adecuados y así evitar problemas mayores.
Desirée R.A.