El concepto clave para librarnos de tan indeseables sobre todo si somos alérgicos insectos es limpieza. No se trata de que los ácaros vivan o encuentren mejores condiciones para reproducirse en un ambiente sucio: es que ellos mismos son la suciedad.
Acabemos con ellos en 4 palabras
Para la lucha contra los ácaros nos serviremos de 4 herramientas fundamentales: la aspiradora, el aire fresco, el agua caliente y los acaricidas.
Comencemos por atacar las zonas donde suelen encontrarse. Para ello, es conveniente pasarle la aspiradora a unas cortinas que mantendremos tan limpias como sea posible, así como aspirar y sacudir alfombras y colchones tan regularmente como podamos. Aspiradora que también sirve por cierto para eliminar el polvo. Ahí lo dejamos
Otro detalle importante es mantener una ventilación constante en la casa, pues los ambientes cerrados contribuyen a la proliferación de los ácaros. El aire fresco y un ambiente con una temperatura fresca y constante ayudan a mantener la casa libre de estos molestos bichitos. Pon a airear también la ropa de cama con la mayor frecuencia que sea posible. También es necesario evitar la acumulación del polvo tanto como se pueda.
Acaricidas y agua caliente
Otras armas que pueden con ellos -no nos quedaríamos desarmados del todo sin aspiradoras son el agua caliente y los acaricidas. En cuanto a la primera, cuando lavemos la ropa de la cama o cualquier otra que podamos meter a la lavadora hagámoslo a 60 grados centígrados de temperatura como poco. Por cierto que no estaría de más enviar de excursión a los peluches y muñecos a la propia máquina de lavar.
Por lo que respecta a los acaricidas, son productos que encontraremos muy fácilmente en el mercado, inocuos para el ser humano y letales para estos desagradables e indeseados compañeros de piso y aun de cuarto.