Llega el buen ¡uf!… el buen tiempo, las ¡ay!… los campos florecen y granan, los ¡¡ay!! ¡¡Moscas!! ¡Pero que bichejos más molestos! Pues que sepáis que tenéis los días contados. Hemos encontrado un aliado perfecto para acabar con las moscas y los mosquitos.
No se anuncia por televisión con dibujos animados en los que les ponen voces ridículas a los insectos de nuestros odios ni funciona con ultrasonidos, infrarrojos o más química de la que la Naturaleza, cruel, aunque sabia, produce.
Más de seiscientas especies
Son las plantas carnívoras o insectívoras, que ambos nombres reciben. Más de seiscientas especies vegetales y muchas de ellas prestas y dispuestas para acabar con los muy molestos compañeros de piso, jardín o campo que suponen estos bichos.
El mecanismo mediante el que estos maravillosos seres se alimentan, a la vez que alivian nuestra existencia es el de poner “cebos”, engaños, a sus presas, bien visuales, bien olfativos o bien alimenticios para, una vez atrapadas, devorarlas.
A cambio de tan grata labor, además de la decorativa, que también es de reseñar, las plantas carnívoras no nos piden nada. Es más: nos piden que no les hagamos nada: obtienen el alimento por sí mismas y, en cuanto al agua, les basta con la de la lluvia: si las forzamos a comer o las regamos con agua corriente, estaremos sentenciándolas.
Una solución natural y efectiva
Dentro o fuera de casa -mejor fuera-, las plantas carnívoras sin perfectas para reducir el número de moscas y mosquitos que nos incordian continuamente. Poseen, además, varias ventajas con respecto a los insecticidas tradicionales, de las que vamos a destacar dos que nos parecen especialmente interesantes:
De un lado, no agreden al medio ambiente con sprays y componentes nocivos. De otro, hay personas que no toleran, bien por cuestiones de salud o bien por otras de sensibilidad, los insecticidas tradicionales. Para unos y para otros, la Naturaleza ya había dreado una solución hace millones de años.