Las plagas de los rosales: cómo evitarlas

A la hora de plantar un rosal es preciso que tengas en cuenta la exposición soleada y que se encuentran un lugar bien aireado. Las condiciones óptimas de cultivo junto con los planteamientos preventivos contra las enfermedades y las plagas, aseguran unos rosales muy saludables.

¿Cómo evitar las plagas o enfermedades?

Para evitar las plagas o enfermedades es preciso que riegues sobre el sustrato y nunca lo hagas sobre las hojas para que los hongos no se formen. Cuando podes, lava las tijeras de podar con agua y detergente, y déjalas secar muy bien, para prevenir el contagio de enfermedades de algunas plantas a otras. Es imprescindible que las herramientas se mantengan en buen estado y con sus hojas bien afiladas para qué los cortes sean limpios y se cicatricen con mayor facilidad.

Por otra parte, retire y elimina las hojas que se encuentran dañadas o secas, así como también los restos de toda, para evitar que se desarrollen enfermedades. También, y limpiar suelo de las malas hierbas.

Plagas frecuentes

Para mantener los rosales en buen estado, deberás tratarlos periódicamente con un producto polivalente, el cual será capaz de actuar sobre los hongos y los insectos a la vez. Este producto es conveniente aplicarlo cada 15 o 20 días cuando los brotes ya tienen entre unos 10 y 20 centímetros de largo hasta el mes de septiembre. Algunos de los insectos frecuentes que pueden encontrarse en los rosales son los siguientes:

Oídio: este hongo cubre las flores y las hojas en la primavera y en el otoño, con un polvo blanco fino. Para prevenirlo es preciso que el suelo se mantenga con una cierta humedad y que en el invierno se trate con un fungicida sistémico, que se encuentre formulado con azufre, benomilo, equisetonina y dinocap. Cuando se realiza el tratamiento, lo mejor será podar las partes que se encuentran afectadas y aplicar un fungicida de contacto.

Mancha negra: aparecen las hojas adultas con manchas obscuras hasta que la misma se amarillenta y se cae. Las temperaturas suaves y la humedad ambiental favorecen el crecimiento. Para evitar el desarrollo de la misma es necesario utilizar el mismo producto contra el oídio. Elimina las hojas que se encuentran dañadas y aquellas que se cayeron al suelo. Trata con óxido de cobre.

Autora: Flavia Porro

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