Los ahuyentadores electrónicos son, básicamente, emisores de ultrasonidos cuyas vibraciones repelen a las plagas. Eliminan la presencia de animalitos más bien indeseables sin muchas de las desventajas de, por ejemplo, los químicos o los métodos de barrera.
Algunas de las referidas ventajas se refieren a que los bichos no pueden acostumbrarse a ellos, en tanto pueden ajustarse a 10 o 15 rangos de frecuencia diferentes. Además, el transmisor irradia una señal multidireccional -a través de los dispositivos de alta frecuencia- . Esto quiere decir que al contrario que, por ejemplo, las trampas, es efectivo en todo el radio de cobertura, no sólo donde se ha instalado.
Inocuo para personas y mascotas
Otra de las grades ventajas es la que observamos cuando tenemos mascotas o personas, tanto mayores como niños, en casa. Esta superioridad la ejerce sobre los productos químicos y se refiere a que es completamente inofensivo para las personas y, al vibrar en un rango diferente al que pueden captar, para los animales domésticos.
Uno de los inconvenientes de los sprays insecticidas es el fuerte olor que desprenden y que no todo el mundo encuentra agradable. El ahuyentador electrónico no desprende ningún tipo de olor, de modo que su presencia pasa desapercibida a nuestro olfato.
Bajo consumo, alto rendimiento
Al ser de tan reducido tamaño, apenas necesita potencia eléctrica para funcionar, de modo que su consumo es mínimo, así como lo es su mantenimiento. No precisa recambios, funcionando, además, de forma eficaz y constante, lo que contribuye a economizar su uso.
Por cierto, un pequeño apunte sobre estos aparatos y su funcionamiento: es posible que durante los primeros días veamos unos cuantos ratones por la casa. No es que el aparato los atraiga. Todo lo contario: lo que ocurre es que los roedores están abandonando sus madrigueras en busca de una salida.